11 sept 2009

LOS GALLINAZOS DE LIMA

Un gallinazo. Foto: Chris Snyers.

Los gallinazos de Lima

Cuando en 1533 los españoles llegaron al templo de Pachacámac (al sur de Lima) vieron en la plaza principal a centenares de "buitres de cabeza negra", que los peruanos llamamos gallinazos, y los mexicanos zopilotes.

El cronista Pedro Pizarro cuenta que por orden de los sacerdotes sus servidores arrojaban muchos pescados (anchovetas y sardinas) para que los gallinazos nunca se alejen del santuario.

María Rostworowski explica que estas aves carroñeras eran necesarias para que se devoren los cadáveres de humanos y animales sacrificados en honor a Pachacámac, el dios de los terremotos.

Los gallinazos prefieren la carne fresca, pero no desprecian la carroña. A los cadáveres primero les devoran los ojos, después atacan el ano y los intestinos. Finalmente, se comen la lengua y los genitales.

Actualmente, los gallinazos son parte del paisaje de la ciudad de Lima, y pululan especialmente en el río Rímac donde siempre encuentran animales muertos.